Niños de Moldavia se unen a la Obra Pontificia de la Infancia

Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano

En el marco del Día Mundial de las Misiones, niños de Chisinau, Moldavia, se unieron a la Obra Pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) en compañía de sus padres y de los sacerdotes de sus parroquias este 19 de octubre.

El grupo de infantes comprendían edades entre 5 y 15 años de edad y todos se congregaron para comprometerse “a dar a conocer a Jesús a otros niños del mundo a través de la oración, las obras de caridad y el testimonio personal, siguiendo la invitación del obispo Charles de Forbin y el ejemplo de santa Teresa de Lisieux, patrona universal de las misiones”, de acuerdo a la información publicada por la Agencia Fides.

Durante el evento estuvo presente la secretaria general de la IAM, sor Inês Paulo Albino, y el presbítero Eugen Blaj, director de las Obras Misioneras Pontificias (OMP) en Rumanía y República de Moldavia, quienes acompañaron a los niños misioneros en una serie de actividades de índole religiosa.

Bajo este contexto, sor Inês acompañó, tras su llegada a Bucarest, a los niños misioneros rumanos en el rezo del santo rosario a través de la plataforma de ZOOM; posteriormente, sostuvo un encuentro con los infantes que entregaron sus vidas al trabajo misionero en tres comunidades rumanas de la diócesis de Iasi.

Luego de su llegada a Chisinau, la religiosa en compañía del padre Blaj, la responsable de la Infancia Misionera en Rumanía, Matilde Andrici, y un grupo de misioneros rumanos, se encontraron con los presbíteros y las personas entregadas a la vida consagrada de la Iglesia Católica de Moldavia a fin de reflexionar en torno a las cuatro obras misioneras que se encuentran bajo la dirección de Andrici y para rezar en comunidad el rosario.

Estos eventos precedieron la jornada de formación de los niños de Chisinau sobre las líneas de acción de la IAM, con lo cual se prepararon para la Jornada Mundial de las Misiones y participaron activamente en la misa presidida en la Catedral del Espíritu Santo de Chisinau por el obispo Anton Cosa.