En el arte renacentista, las representaciones de la Virgen María eran un tema recurrente, mostrándola como un símbolo de pureza y maternidad. Artistas como Leonardo da Vinci y Rafael se destacaron por sus obras que capturaban la belleza y devoción hacia la madre de Jesús.
La Virgen María ha sido una de las figuras más representadas en el arte a lo largo de la historia. Desde la pintura hasta la escultura, su imagen ha inspirado a artistas de todo el mundo a plasmar su belleza y devoción. Su representación simboliza la pureza, la maternidad y la fe para millones de personas en el mundo.