El Vaticano II marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica, transformando su relación con el mundo moderno. Su legado sigue presente en la Iglesia del siglo XXI, promoviendo la apertura al diálogo y la renovación espiritual.
El Concilio Vaticano II tuvo un impacto profundo en la Iglesia Católica, abriendo puertas a una renovación cultural sin precedentes. Sus enseñanzas promovieron un diálogo más abierto y cercano con el mundo moderno, transformando la manera en que la fe se vive y se comparte.