La juventud de hoy busca respuestas a través de la cultura y el arte, explorando nuevos horizontes espirituales. En un mundo lleno de tecnología, la búsqueda de lo trascendental se convierte en un viaje hacia lo desconocido.
La Iglesia ha jugado un papel crucial en la educación para el desarrollo integral, promoviendo valores como la solidaridad y la justicia social. Su contribución ha sido vital para formar individuos comprometidos con la construcción de un mundo más justo y equitativo.