La Iglesia doméstica desempeña un papel fundamental en la educación cristiana al ser el hogar el primer lugar donde se transmiten los valores y creencias de la fe. Es responsabilidad de los padres cultivar una atmósfera de amor y respeto que refleje los principios del evangelio.
La comunidad parroquial desempeña un papel crucial en la educación familiar al ofrecer espacios de apoyo emocional, orientación espiritual y actividades educativas que fortalecen los lazos familiares y fomentan los valores cristianos.