Educar en la cultura de la vida es fomentar el respeto por la dignidad humana desde el vientre materno hasta la vejez. Es sembrar semillas de amor, compasión y solidaridad en las nuevas generaciones.
La educación de la afectividad y la sexualidad desde la fe busca promover el respeto, la responsabilidad y la sana convivencia en las relaciones humanas. Es un camino que invita a reflexionar y vivir la sexualidad de manera integral, en sintonía con los valores y principios de la fe.
La disciplina y la obediencia son valores fundamentales en la educación católica, que buscan formar a estudiantes íntegros y responsables. A través de la enseñanza de la Iglesia, se inculca a los jóvenes el respeto a las normas y la autoridad, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida con valores cristianos sólidos.
La formación de líderes juveniles en la Iglesia es crucial para garantizar un futuro lleno de valores y compromiso. A través de programas educativos y de servicio, se busca cultivar la vocación de liderazgo en los jóvenes, preparándolos para guiar a la comunidad con integridad y pasión.