La Ascensión de Jesús marca el fin de su misión terrenal y su regreso al Padre. Este evento trae consigo la promesa de la vida eterna y la presencia continua de nuestro Salvador en nuestras vidas.
La Virgen María es un pilar fundamental en la historia de la salvación. Su papel como madre de Jesús la convierte en un símbolo de amor y protección para todos los creyentes. Su humildad y entrega son un ejemplo de fe y devoción para el mundo entero.