Los padres son la brújula que guía a sus hijos en el camino de la fe. Su ejemplo, enseñanzas y valores moldean la espiritualidad de los jóvenes, marcando un legado de crecimiento y fortaleza espiritual. La influencia de los padres en la fe de sus hijos perdura más allá de las palabras, es un legado invaluable que perdura a través de las generaciones.