La música sacra, con sus ritmos trascendentales y letras espirituales, ha trascendido fronteras, conectando a personas de diversas culturas en una experiencia de adoración colectiva. Su impacto en la cultura global es innegable, uniendo corazones a través de la devoción y la armonía.
En un mundo cada vez más conectado, la identidad católica enfrenta nuevos desafíos para preservar sus tradiciones. ¿Cómo podemos mantener viva nuestra fe en medio de la globalización?