En la complicada etapa de la adolescencia, es crucial acompañar a los jóvenes en la búsqueda de sentido. Brindarles apoyo, escucha activa y orientación puede marcar una diferencia significativa en su desarrollo personal y emocional.
Enseñar a los hijos a discernir su vocación es una tarea crucial para su desarrollo personal. Fomentar la autoexploración, el autoconocimiento y la reflexión les permitirá encontrar su camino con confianza y satisfacción.
La vida consagrada es un llamado profundo del corazón que merece ser descubierto y explorado por los jóvenes. A través de la oración, la reflexión y el acompañamiento, podemos inspirar vocaciones que nutran el mundo con amor y servicio. ¡Descubre tu llamado hoy!