Los padres juegan un papel fundamental en la formación sacramental de sus hijos, ya que son los principales transmisores de la fe. Su compromiso y ejemplo son clave para que los niños crezcan en su relación con Dios a través de los sacramentos.
Los padres desempeñan un papel fundamental en la formación litúrgica de sus hijos. Al fomentar la participación en las celebraciones religiosas y transmitir valores de fe, contribuyen a la construcción de una base sólida para la vida espiritual de los niños.