San Juan de Capistrano, un fray predicador conocido por su ferviente defensa de la fe durante las cruzadas en la Europa del siglo XV. Su influencia y carisma le valieron el respeto y la admiración de muchos.
San Juan Crisóstomo, conocido como el orador dorado, fue uno de los más influyentes líderes de la Iglesia en la antigüedad. Su elocuencia y sabiduría le valieron el respeto de sus seguidores y la admiración de sus detractores.
San Vicente Ferrer, conocido como el predicador del juicio final, cautivaba a sus seguidores con sus apasionados sermones sobre el fin de los tiempos. Su influencia perdura hasta nuestros días, recordándonos la importancia de la fe y la preparación para el día del juicio.