San Zacarías, un humilde sacerdote en Jerusalén, recibió una visión celestial que le anunciaba el nacimiento de un hijo, quien sería un gran profeta. A pesar de su incredulidad, finalmente vio cumplirse la profecía con el nacimiento de San Juan Bautista.
San Vicente Ferrer, conocido como el predicador del juicio final, cautivaba a sus seguidores con sus apasionados sermones sobre el fin de los tiempos. Su influencia perdura hasta nuestros días, recordándonos la importancia de la fe y la preparación para el día del juicio.