La virginidad consagrada es considerada un don precioso tanto para la Iglesia como para el mundo. En este artículo exploraremos la importancia y el valor de este compromiso de entrega total a Dios.
La castidad es una virtud fundamental en la vida cristiana, que implica el control y la moderación de los deseos sexuales. A través de la castidad, los cristianos pueden vivir de acuerdo con los principios de pureza y respeto hacia uno mismo y los demás.
Descubre la profunda enseñanza de San Juan Pablo II sobre el cuerpo, el amor y la sexualidad en su maravillosa obra “La teología del cuerpo”. Un verdadero regalo para comprender el plan divino para la humanidad.
La educación en la castidad y la pureza es un tema que ha cobrado relevancia en la sociedad actual. Promover valores de respeto y autocontrol es crucial para formar individuos íntegros y conscientes de su sexualidad.
La Inmaculada Concepción es una festividad que celebra la pureza de la Madre de Dios. Es un día sagrado para millones de fieles que veneran a la Virgen María como el símbolo de la gracia divina.