El relativismo moral ha permeado la sociedad moderna, desafiando las bases éticas tradicionales. Ante esta realidad, la Iglesia ha respondido con un llamado a la búsqueda de la verdad y la promoción de valores universales.
La Iglesia ha respondido a la crisis climática con llamados a la acción, fomentando la protección del medio ambiente y promoviendo un cambio de conciencia hacia la sostenibilidad. Su mensaje es claro: cuidar y respetar la Creación es una responsabilidad de todos.