San Mateo, conocido también como Levi, fue un recaudador de impuestos antes de ser llamado por Jesús. Su encuentro con el Evangelio lo transformó en un apóstol valiente y fiel. Su historia es un ejemplo de la poderosa transformación que puede tener el poder del Evangelio en nuestras vidas.
San Mateo era conocido por su habilidad para recaudar impuestos, pero su mayor fortuna no yacía en su riqueza material. Descubrió la verdadera riqueza en la generosidad y en el amor que brindaba a los más necesitados.