San Miguel Arcángel, venerado como el protector de la Iglesia en la batalla espiritual, es una figura celestial que ha sido invocada por siglos en momentos de necesidad y peligro. Su poder y valentía son símbolos de esperanza y protección para los fieles en tiempos de adversidad.
Cada año, el Santuario de Monte Sant’Angelo se ilumina con la festividad de San Miguel Arcángel. En medio de cantos y oraciones, los devotos se reúnen para celebrar la protección y guía del santo. Una tradición que une fe y devoción en un lugar sagrado.