El simbolismo cristiano ha dejado una huella indeleble en las artes decorativas a lo largo de los siglos. Desde pinturas hasta esculturas y mosaicos, la iconografía religiosa ha enriquecido la belleza visual de muchas obras de arte, transmitiendo mensajes espirituales a través de simbolismos sutiles y profundos.
En el arte contemporáneo, los santos son más que simples figuras religiosas. Representan un simbolismo profundo que refleja la lucha entre lo divino y lo terrenal en la sociedad actual. Su presencia en las obras de arte nos invita a reflexionar sobre nuestra propia espiritualidad y conexión con lo trascendental.